Este año, en donde Lima y Callao fueron declarados en emergencia por el aumento de la criminalidad en varios distritos, el rol que cumplen las madres y padres de la IE 141 Virgen de Cocharcas, de San Juan de Lurigancho, juega un papel importante en la institución. Ellos conforman una Brigada de Autoprotección Escolar (BAPE) para brindar seguridad a los estudiantes en los exteriores del colegio, y también para reportar a la Policía Nacional los incidentes que puedan suscitarse durante en el día.

Cada BAPE está organizado por las mismas familias, ellos tienen a uno, dos o más de sus hijos matriculados en el colegio. También participan los padres de los exestudiantes, quienes apoyan de forma voluntaria en estas tareas, en una clara muestra de que el compromiso con el colegio es total.

La directora del colegio, Miryam Rojas, explicó que en cada uno de los 28 salones que tiene la institución hay un BAPE, y ellos se hacen cargo de la seguridad, de forma rotativa, cada semana. Por día siempre habrá 6 o 7 padres de familia cumpliendo las funciones de seguridad. 

“Esto es acto de compromiso con la institución y con los estudiantes, y es voluntario. Una vez al año ellos reciben una capacitación de dos horas, por miembros de la PNP, de la comisaría de Canto Rey. Sus funciones son brindar seguridad a los niños, reportar situaciones de riesgo y evitar las aglomeraciones de familiares en la puerta de ingreso. Ellos tienen un grupo de WhatsApp, donde también están los policías, reportan un hecho de riesgo, y generosamente, los efectivos acuden de inmediato al llamado”, sostuvo Rojas.

Esta brigada se consolidó en el colegio en el 2015, las madres y padres se organizan para cubrir los turnos de la mañana y tarde, ellos llegan de lunes a viernes, a las 7:00 a.m., y se retiran a las 6:10 p.m., con la salida del último grupo de estudiantes.

Pilar Hanco, que tiene a sus dos hijos, en el 1° y 5° de primaria, es una de las integrantes del BAPE, desde hace 5 años, y asegura que realiza su labor con bastante alegría y dedicación. “Para mí es como un trabajo, quiero que mis hijos y los otros niños estén seguros, vengan contentos al colegio, se dediquen a estudiar, y que no se preocupen de ningún tipo de peligro”, sostiene.

Por su parte, Carlos Anaya, quién cuenta que sus tres hijos hicieron promoción en el colegio Virgen de Cocharcas, indica que con el trabajo que realizan esperan ser un modelo de IE en el distrito. “Yo estoy atento a que los menores lleguen a las manos de sus padres o apoderados saliendo de la escuela, además me quedó 15 minutos adicionales pasada la hora de salida, para ver que ya todos estén en sus casas, nuestra función es necesaria con tantas cosas que pueden llegar a suceder en la calle, mi deber es cuidar la integridad de los estudiantes, y ojalá que los otros colegios hagan sus propias brigadas”, dijo.

Modelo de gestión

“Porque nos queremos, nos cuidamos”, este es el lema de la IE 141 Virgen de Cocharcas, perteneciente a la UGEL N° 05, que no solo refiere a la seguridad que brindan en el colegio, los BAPES, sino que el mensaje se refiere a la unión que se promueve en la escuela, entre familias, docentes, personal administrativo y dirección.

La directora del colegio, Miryam Rojas, destaca que las madres y padres de familia, tienen un rol protagónico en la institución, ya que están identificados con su colegio, y la clave, indica, es la comunicación horizontal y fluida que existe entre todos.

“Todos los familiares tienen mi WhatsApp, no necesitan venir a la escuela a solicitar algo, un mensaje basta, yo los leo y les respondo, y atiendo sus pedidos. Y esto es recíproco, yo les informo todas las acciones del colegio, y cuando hay necesidades, de inmediato organizan actividades, o vienen los padres a hacer trabajos o dan donaciones, gracias a ellos se han modificado cortinas, chapas de las puertas, se ha hecho el mantenimiento de los proyectores, hemos conseguido un equipo de sonido, todo en beneficio de los estudiantes”, sostiene la directora.

El colegio apunta a que la tecnología esté presente de forma transversal en todas las áreas. Los estudiantes tienen dos horas a la semana, clases en el aula de innovación pedagógica (AIP), y la maestra y coordinadora, Zaida Lázaro, se encarga exclusivamente de buscar los aplicativos y herramientas digitales más adecuados para cada experiencia de aprendizaje.

En esa línea, la institución también cuenta con una sala de servicios de usos múltiples (SUM), en donde los estudiantes reciben conferencias o exposiciones de especialistas para profundizar los temas de clase. También cuentan con una biblioteca, un laboratorio, un departamento de psicología, entre otros espacios.

Por otro lado, Miryam Rojas explicó que la política del colegio es que todas las niñas y niños alcancen los aprendizajes esperados, según su grado. Con esa visión dispuso una estrategia de nivelación en las competencias —durante todo abril— para que los estudiantes avancen a la par durante el año.

 “Los escolares que se encontraban nivelados, tenían clases de 8:00 a.m. a 11:00 a.m., igual que todos, y los que presentaban algunas dificultades, tuvieron que llevar horas adicionales, con el consentimiento de los padres, de 11:00 a.m. a 1:00 p.m. Esto mismo lo hicimos para el turno tarde, y la estrategia también incluía soporte socioemocional para nuestros estudiantes”, detalló.

Otra de las estrategias que tiene la institución son las pasantías educativas, en la que participan la directora, los docentes y el personal administrativo. Una vez al año, viajan todo un fin de semana a un colegio reconocido por su modelo de gestión y buenas prácticas, de diferentes regiones del país. El objetivo es observar las buenas acciones, para adecuarlos a sus posibilidades y brindar un mejor servicio para los escolares.

“La comunicación en el colegio es fundamental, es ser como una familia, tenemos un grupo de WhatsApp de maestros, tenemos otro con los padres, cualquier cosa estamos en constante comunicación. Yo tengo bastante paciencia con la enseñanza de la tecnología, porque algunos estudiantes no tenían equipos o les cuesta mucho aprender aplicativos como el Dojo o el Classroom, pero no los abandono, les mando ejercicios por las tardes y los oriento. Así como las familias firmaron su carta de compromiso desde el inicio con nosotros, yo igual, mi compromiso es total con los papitos y mamitas”, asegura Paola Sánchez, maestra del 3° E de primaria.